Tenía mucha curiosidad por probar Flowerbomb de los holandeses Viktor & Rolf pero, dado su precio, (90 euros el tamaño de 50 ml), no estaba muy segura de comprarlo hasta que no supiera si me gustaba realmente o no. Por suerte, conseguí un par de viales de este perfume antes de invertir mi dinero en él.
Flowerbomb, como su propio nombre indica, se define como una "explosión floral". Sus notas de salida son de té y bergamota. Sus notas medias son de jazmín Sambac, freesia, orquídea, rosa y patchouli.
Afortunadamente, no gasté mi dinerito en este perfume porque no me gusta cómo huele en mi piel. Me parece un aroma demasiado dulce que me recuerda al olor de las golosinas o al del azúcar. Para más INRI, es una fragancia que en un principio resulta muy fuerte para mi gusto.
Menos mal que al rato se suaviza un poco el olor y se hace más llevadero. Eso sí, para las admiradoras de este tipo de fragancias, os diré que dura prácticamente todo el día en la piel.
El envase es precioso, muy femenino: una botella de color rosa tallada como un diamante, imitando una granada de mano, (de ahí lo de bomb). Tanto el frasco como el estuche vienen adornados con una especie de sello de cera, marca de fábrica de V&R.
En definitiva, me parece una fragancia diferente, muy especial, pero no es el tipo de aroma que a mí me gusta.
Para admiradoras de los florales dulzones, Flowerbomb se comercializa en tamaños de 30, 50 y 100 ml.
A mí me pasó lo mismo, que cuando la olí por primera vez me encantó pero se me pasó al ver el precio, jaja. Decidí sustituirla por Lady Rebel de Mango, que huele parecida y cuesta cinco veces menos...
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